A veces todas las palabras que uno cree conocer son pocas, no alcanzan. Y especialmente no alcanzan cuando se trata de volcar el dolor por la pérdida...lo incomprensible de la muerte.

Hoy desde este espacio deseo en mi nombre y el de toda la comunidad educativa del C.E.N.S.55, realizar el más sincero reconocimiento al Profesor Oscar Anaya, quien ya no está físicamente con nosotros; pero al que siempre recordaremos porque pertenece –como bien dice el escritor Mario Benedetti- a La gente que me gusta.

“Me gusta la gente que vibra, que no hay que empujarla, que no hay que decirle que haga las cosas, sino que sabe lo que hay que hacer y que lo hace. La gente que cultiva sus sueños hasta que esos sueños se apoderan de su propia realidad.
Me gusta la gente con capacidad para asumir las consecuencias de sus acciones, la gente que arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño, quien se permite, huir de los consejos sensatos dejando las soluciones en manos de nuestro padre Dios.(...)"

Y así era Oscar. Gracias y hasta siempre, profe.

Mónica  Saucedo
Directora
C.E.N.S. Nº 55

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